MORGAN, LYNN M. 2009. Icons of life. A cultural history of human embryos. Berkeley/Los Angeles/London: University of California Press.
La vida es la propiedad fundamental de la naturaleza. Su principal secreto representado por muchas especies diferentes. Este vivir de tantos modos, anunciado por Aristóteles como la consecuencia de una naturaleza preparada para subsistir en espacios diferentes, es investigado por el hombre con el objetivo general de conocer qué seres habitan la Tierra y descubrir cómo se originaron. Creced y multiplicaos, anuncia la Biblia dejando en manos de Dios la solución a la segunda parte del problema. Transcurridos mil ochocientos años de la era cristiana, dieciocho siglos, la teoría de la evolución anuncia la condición material de la vida al margen de Dios. Desde entonces, la tarea de conocer a los seres vivos implica hacerlo en toda su extensión. Saber tanto de su anatomía como de su funcionar biológico. Los científicos se han ocupado del tema poniendo gran interés en desvelar el misterio de la reproducción. Particularmente, en el caso del Homo sapiens. En el siglo XIX los biólogos establecieron las bases de la moderna embriología, cambiaron radicalmente el estatus científico y social del nonato. Como consecuencia, embriones y fetos alcanzaron el siglo XX convertidos en iconos de la vida. El libro de Lynn Morgan analiza este proceso constructivo preguntándose ¿qué lugar ocuparon estas vidas incipientes en la sociedad americana del siglo XX?
Andrés Galera